Vivre le voyage, voyager la Vie

 Por: Alicia Kubli

“Our battered suitcases were piled on the sidewalk again; we had longer ways to go. But no matter, the road is life.”

Jack Kerouac


Ideas revueltas venían a mi cabeza, cuando una de ellas recordó su quehacer, invitándome así a preguntarme qué demonios era un viaje, ¡sí!, así de simple como suena: un simple viaje. A toda pregunta que inicia con un qué, dicen que le sigue una definición, o si no, lo que aprendí en estos años de estudio sistemático es un error. Hablando de sistemático y error, la RAE define viajar como el acto de trasladarse de un lugar a otro generalmente distante, sea por cualquier medio de locomoción.

Viajar ¡qué término tan análogo! Algunas personas, si no es que la mayoría, sí comparten la definición, ¡claro… el lenguaje, gran convención! Por otro lado, literatos tales como Aldous Huxley tienen totalmente otra visión.  Al viaje lo conciben como abrir las puertas de la percepción, siendo aquí la mezcalina el único medio de locomoción. No creo que la RAE contemple esto. Otros autores del estilo beat  jamás verían un viaje de la manera cotidiana, pues éste sería demasiado asegurado y tedioso. Viaje es para aquellos pijos que se reservan y se abstienen de la aventura siguiendo así “the american lifestyle”, por lo que dichos poetas prefieren optar por el llamado road trip, acompañándose claro está, en cada carretera de psicotrópicos como si fuesen souvenirs.

Aquí es cuando empiezo a complicar y consentir a mí desordenada, ¿asistemática? y sobretodo: inconformista mente. Pues puede ser que no tenga un qué definido, un por qué dogmático; sin embargo, sabe que se mueve. Por eso es que prefiere no caer en fíjismos, ni en respuestas enfrascadas, reconociendo que hay mil maneras fascinantes de viajar,  siendo el road trip una de ellas, y opto por acompañarlo con música y fuerte.

El viaje por simple que parezca, implica  muchas cosas, siendo la decisión una marcha fundamental.  Ha de empezar con el sujeto: el viajero, aquél que decide no únicamente trasladarse, sino experimentar y hasta  poder llegar a encontrarse. En la decisión ha de estar la libertad que uno busca o que quiere reafirmar, sea desde un corto hasta largo traslado realista o surrealista; a pie o acostado, en bicicleta, carro, avión, hasta patín del diablo o de aventón. Esta libertad que uno busca, la encuentra a su manera, cada quien a su estilo, siendo viajero y viaje únicos.  Viajar es experimentar, en el que cada uno se va revelando cual  película  a través de distintos procesos, los cuales llamo momentos, que posteriormente pasan a ser un sinfín de recuerdos… buenos o malos, la fotografía los vuelve continuos, recuerdos de lugares, personas, culturas,… cualquier experiencia, recuerdos de uno mismo en cierto camino que van forjando todos aquellos siguientes desconocidos, mas no por ello ignorados.

Kerouac decía – la vida es un país extranjero-  y sí lo creo,  pues ¿que más incierto que la vida misma? Al  verdadero viajero no le basta trasladarse de un lugar a otro por meras cuestiones geográficas, sino que viaja por su propio sentido, descubriendo el en sí de su existencia en cada traslado, la libertad,  su única y verdadera aliada impermanente, volviendo así a la vida, cada vez más nativa y suya conforme a la experiencia y el tiempo.  No me es extraño que gente pueda viajar a pesar de estar en una celda de 6x 4.     Viaje,… ¿qué es viajar? ¿una categoría del vivir? …sigo sin poder definirlo como tal,…  cual sea la respuesta, acertada o viajada, siempre habrá material por revelar.

7 comentarios en “Vivre le voyage, voyager la Vie

  1. Pingback: Índice # 42 Nombres y Cosas « Kya!

  2. Un artículo inspirador, acompañado de excelentes imágenes y música. Logras que uno quiera tomar una mochila e irse a un lugar desconocido.

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